domingo, 24 de noviembre de 2013

Con fiebre no se puede pensar

A veces me pregunto si algún día las cosas serán normales. Si podré decir las cosas que siento en el momento que las siento a quién corresponde, sin pensar en el qué dirá el otro. Si podré mirar a los ojos a mis amigos y decirles lo mucho que los quiero y lo bien que me hacen, sin que sea una ocasión especial o particular. Si alguna vez voy a dejar lo que esté haciendo para ir a abrazar a esa persona que tenga ganas de abrazar. Si voy a poder salir de la burbuja en la que me envuelve la rutina y vivir una vida llena de vida. Si cuando me vaya a dormir por las noches esté cansada de tanto vivir y no de tanto sobrevivir. Si algún día cambiaré la imposibilidad de mis sueños por la realidad de cumplirlos. Si alguna vez encontraré a una persona que me diga lo que siente de frente, sin rumiar sus sentimientos para luego darme una resolución. Si alguna vez estaré frente a la oportunidad de mi vida y la voy a saber aprovechar.
A veces quisiera cerrar los ojos y que al volver a abrirlos me encuentre en ese lugar especial en el que un día me dijiste que me amabas. En el que me hiciste reír mucho y me divertí como nunca. En el que jugamos de todas las maneras posibles. Ese lugar que siempre tendrá olor a playa y madera, a películas y libros, a abrazos y amor. Un  lugar que no existe más que en mi corazón pero que es real de todos modos.
A veces me pregunto si lo voy a lograr. Si voy a poder ser esa persona que quiero ser, si voy a poder hacer todo lo que quiero hacer, si voy a llegar a donde quiero ir. Y recuerdo que en realidad no sé si quiero esas cosas, tal vez lo que quiero es patear el tablero y correr. Correr lejos, llegar a un lugar en el que nunca estuve, llorar para drenar angustias y sueños rotos, curar mi alma y con los pedazos que quedan armar un nuevo retrato. Mirar un atardecer y pensar en ellos, en mis seres queridos, en los que me quieren por lo que soy. A veces siento que ellos y yo tenemos diferentes puntos de vista sobre quién soy. A veces ellos lo saben, a veces lo sé yo.
Y algunos otros días, como hoy, tengo fiebre y siento que pienso demasiado. Mejor me voy a dormir.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Mosha

Estaba por Callao mirando las vidrieras. Mirando sin mirar, vi un cartel de una lencería. Hasta ahí, nada fuera de lo común. Pero resulta que dicha lencería se llamaba "Lola Mosha". Y no pude evitar sonreír. Casi cuesta creer que aquello que nos hizo sufrir, que tanto nos dolió, hoy sea un recuerdo sonreído al pasar desde la ventanilla del 124.

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿Qué es el amor?

Un beso. Un abrazo. Una mirada. Una caricia. Una sonrisa. Un guiño. Un chiste. Una comida. Un juguete. Una idea. Una canción. Un libro. Una camisa. Un vestido. Una película. Una boca. Una espalda. Un amigo. Una madre. Un padre. Un hijo. Una imagen. Un sobre. Una verdad. Un sueño. Un proyecto. Una carcajada. Una historia. Un baile. Un color. Un perfume. Un caramelo. Un chocolate. Un café. Una llamada. Un e-mail. Un twit. Un me gusta. Un paso. Un salto. Una caminata. Un recuerdo. Un pasado. Un presente. Un futuro. Un sí. Un no. Un quizás. Un ahora. Un más tarde. Un antes y un después. Una banda. Un sobrino. Un sonido. Una presencia. Una ausencia. Un desafío. Una meta. Una compañía. Una sorpresa. Un remix. Una guitarra. Un piano. Una voz. Un peinado. Una forma de ser. Una forma de vida. Un ideal. Una nota. Un dibujo. Un crayón. Un labial. Una sensación. Un sentimiento. Un lugar común. Una experiencia. Un deseo. Una fantasía. Una ambición. Un logro. Un mérito. Un objetivo. Una ayuda. Un triunfo. Un festejo. Una derrota. Una fiesta. Un reflejo. Una grabación. Un video. Un regalo. Un corazón. Una mente. Una lucha. Una pelea. Una reconciliación. Una apuesta. Una incertidumbre. Una certeza. Una orden. Un placer. Un vos. Un yo. Un nosotros.