martes, 12 de agosto de 2014

Deseos de cosas ¿imposibles?

Hay días como hoy en los que sólo querés cerrar los ojos y confiar. Confiar en que todo va a salir bien, en que el amor va a curarlo todo, en que un abrazo va a sostener el mundo.
Ojalá así sea.

martes, 5 de agosto de 2014

A Estela, Laura, Guido, Alicia y Carlos

Estela de Carlotto encontró a su nieto.
Técnicamente, la fundación Abuelas de Plaza de Mayo encontró al nieto número 114, quién resultó ser el hijo de Laura, de la hija de Estela.
Pero para nosotros siempre va a ser que Estela encontró a su nieto, y todo lo que ello representa. Cómo desde el amor, desde la paz, mantuvo una lucha constante en contra de la injusticia, del olvido, del dolor, del horror. Una mujer que supo, y sabe aún, amar lo bello de la vida, aferrarse a lo positivo sin poner bajo la alfombra el dolor del pasado; haciendo de él su bandera para luchar por la verdad, la memoria y la justicia.

Sin desmerecer ni opacar a la Sra. de Carlotto, quiero felicitar también a mis padres. Si bien soy una mocosa de veintiún años, que nada tiene que ver con la posibilidad de haber sido víctima personal (porque víctimas somos todos como sociedad) de ese horror pasado (pero no olvidado), quiero felicitar a mis señores padres por haberme criado con la verdad. Nunca me mintieron sobre mi identidad, sobre mis orígenes, sobre mi historia. Jamás me ocultaron nada, y siempre se ofrecieron a contarme todo y a contestar todas mis preguntas. Gracias a mis grandiosos padres, que tal vez no entiendan todo de mí, pero entienden que los amo por sobre todas las cosas y eso nunca va a dejar de ser verdad.

domingo, 3 de agosto de 2014

Claustrofobia

Es como saltar sin saber si abajo hay red o no. No digo que no te tires nunca, digo que primero podrías ver si hay algún tipo de red, o si podría llegar a haberla. ¿Y si te tirás y abajo no hay nada y te rompés todos los huesos? ¿No te asusta esa posibilidad? A mí me aterra, me presiona, me da ansiedad, me hace transpirar. Me trastorna pensar que alguien se quiera romper todo por una posibilidad tan intangible. Será que no tengo esa locura en mi interior, que de tanto que me han lastimado ya perdí la capacidad de tirarme al vacío y esperar que el amor me proteja. Siento que ningún amor ya me podrá evitar las caídas, los raspones, los moretones, los dolores. Ningún amor te protege del dolor, porque una parte del amor es el dolor. ¿Cómo protegerte de un componente de lo mismo que lo conlleva? Es como reza el dicho, "si te gusta el durazno, bancate la pelusa". El durazno viene con pelusa, te guste o no. Bueno, yo no sé si te puedo poner una red o no, si tengo mucha pelusa o no, si te gusta el durazno o no. Pero sé que tengo miedo y no sé cómo decírtelo.