jueves, 16 de junio de 2011

Pandora's box se convierte en Pañuelo's box

Sentirse mal es como abrir la caja de Pandora para mí. Empiezo con un dolor, y termino con veinte. ¿Ejemplo? Esta mañana.

Empecé el día despertándome con la música de Garbage, que es la de la alarma, a todo volumen y mi cabeza pareció explotar en siete mil quinientos sesenta y dos partes, debido a ese maldito dolor de cabeza recurrente. Esto se vio seguido de un impresionante ataque de tos, pero de esa tos con garra, que no pretende dejarte volver a cerrar los ojos para hacer fiaca. A todo esto, tengo tendenitis en una muñeca, la cual me viene produciendo dolor hace aproximadamente dos semanas. Con lo cual, mi día estaba hecho. O eso creía, porque cuando me dispuse a tomar mi humilde té de desayuno, no pude. ¿Por qué? Porque tenía el estómago revuelto. ¡ES SÓLO AGUA SABORIZADA CON AZÚCAR! No entiendo cómo el té puede caerme mal. Pero aparentemente, así es.

Y fue ahí, cuando dentro de mi desesperante dolor de cabeza, se encendió un halo de conciencia. No podía ir a la facultad. Y fue ahí, también, cuando tuve la lucidez suficiente como para que en mi mente se formara la imagen de una pequeña yo pegándose un tiro en la sien, porque se acercan los segundos parciales Y YO ESTABA MUY OCUPADA SINTIÉNDOME MAL.

Perdón, Ciencia Política; perdón, Economía y tu estúpido parcial domiciliario. Perdón, pero hoy necesito reponerme para mañana atacarlos y vencerlos.


Perdón, facultad, pero el día de hoy es para mi salud.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario