miércoles, 1 de junio de 2011

Yes, she loves you, and you know that can't be bad ♪

¿Cómo iba yo a imaginarme lo difícil que sería?
Darle la bienvenida a la aventura, a lo desconocido, a lo nuevo, a crecer, a evolucionar, a ver el mundo, puede ser tan confuso y doloroso. No quiero dejarlo pasar, no quiero perderme nada.
¿Y si se va? ¿Y si decide partir?

No, cielo. No te vayas. Esperame. Por favor. No quiero perderme ningún amanecer a tu lado, no quiero perderme esos momentos nuestros. No quiero faltar en tus risas, en tu rutina, en tu mundo;  no quiero faltar en tu historia. Sos mi presente, y mi futuro. Y quiero estar ahí para que lo compruebes. No quiero ser parte en diferido, quiero el vivo y en directo. Quiero que todo lo que tenga que vivir, vivirlo con vos.
Mi sol, ¿qué va a ser de mí? No quiero ni siquiera pensar en qué se convertiría mi vida sin vos. No quiero que te vayas, no te alejes, no me alejes, no me dejes ir, no. No toleraría saber que perdí, que dejé ir, que marchité, que pisoteé el amor más bello que existe. ¿Cómo puedo correr del amor? Yo, que te elegí como compañero, ¿te estoy de verdad haciendo esto? ¿En qué estoy pensando? ¿Estoy pensando?

¿Por qué tengo esos estúpidos arranques de crecimiento? ¿Por qué no me conformo con lo que tengo? ¿Por qué tengo que arriesgar mi felicidad persiguiendo promesas? ¿Acaso no puedo quedarme en casa, abrazando la seguridad, oliendo tu piel y respirando tu amor? ¿Con qué necesidad tiro por la borda mi felicidad, esa que lleva tu nombre bordado? ¿Qué está mal conmigo?




¿Por qué no puedo sentirme satisfecha cuando la vida me sonríe?

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