martes, 2 de octubre de 2012

Mejor hablar de ciertas cosas

Sinceramente, yo no me considero una persona romántica. No soy de las que anhelan que el chico de sus sueños les regale un ramo enorme de rosas y una caja de bombones, ni quiero un oso gigante de peluche, ni quiero que nos digamos "Gordi" ni "Chuchi". No, no soy así. Pero tampoco soy una desamorada.

Por eso no entiendo la bipolaridad general de la población femenina que me rodea. Algunos dirán que son "histéricas de manual", pero a mí me pone nerviosa. Me enervan las minas que un día te dicen que quieren formar una familia, que quieren superar un amor que les rompió el corazón porque no pudo concretar ese proyecto de vida junto a él y que lo que más quieren es ser madre, todo eso para que a la media hora te digan "quiero estar re perra para encamarme con muchos tipos", "quiero tener sexo con un tipo y que se vaya, nada más", "quiero sexo, no una relación". ¿Soy yo o esto no le parece raro a nadie más?

Me parece que no da caretear lo que uno realmente quiere, hay que hacerse cargo de lo que a uno le pasa. No está mal que quieras una cosa o la otra o cualquier otra cosa que se le antoje a cada uno. Lo que no me parece es andar cambiando de idea, de parecer, de objetivo, de sueño, de proyecto así como así, como sin compromiso.

Si bien no soy una "susanita", a mí no me va la desvalorización de las relaciones sexuales. Y digo relaciones sexuales, y no sexo. Esto no es casual, sino todo lo contrario, es casi una afirmación de una postura ideológica, es hacer una declaración. "No quiero sexo, quiero una relación sexual."

Podrán preguntarse si no es lo mismo. Bueno, para mí no lo es. Creo que la relación sexual tiene elementos que no se encuentran en el llamado "touch and go", en el sexo sin compromiso emocional, en el sexo a secas. En la relación se comparte algo: esa intimidad, ese momento único e irrepetible en el que no existe otra cosa que esa unión, esa comunión entre las personas. Dudo que se pueda estar más cerca del alma de una persona que en ese momento. A mi parecer, eso es lo mejor, lo más lindo, lo más placentero de las relaciones sexuales.

Ojo, no me parecen mal los touch and go, digo que no son para mí. No voy a negar que es algo que me da curiosidad, pero sé que no me sentiría cómoda, porque no me gustaría regalarle un pedazo de mí a alguien para que le de lo mismo. Y viceversa: no me gustaría que alguien me regale algo que no quiero conservar, que ni siquiera me interesa tener en primer lugar.

Me parece que no se puede tomar tan a la ligera un tema tan complejo; toda relación humana es compleja, más una de este tipo. Lleva una carga emocional (de la que se puede ser consciente o no) que es difícil sobrellevar.

Hay otro punto que me parece pertinente aclarar: no digo que sólo se deba mantener relaciones sexuales con la pareja (o similar), sino que cuando se llegue a ese punto, uno debe saber a qué se atiene, a todo lo que puede pasar (o no), a todas las repercusiones que va a tener ese acto. Me da la sensación de que en general, se trivializa el sexo, el tener sexo. Y no me parece tan sencillo como muchas veces lo hacen parecer. A mi gusto, con la pareja estable (o más o menos) es mejor, es otra magia que no encontrás en cualquier lado, pero eso no quita que no se deba hacer con otros. Al contrario, creo que aunque es una experiencia no tan grata, el pasar por ese momento con un cualquiera hace que vea la otra cara de la moneda. Puede que esa persona nos haga pasar un gran momento, pero, ¿después qué?

A modo de cierre (de esta entrada, no del debate), dejo un diálogo de la serie Bones, protagonizada por Emily Deschanel y David Boreanaz. Es del capítulo "Muerte en la silla" (episodio 3 de la temporada 3):


-Booth: Los seres humanos no somos más que unas criaturas solitarias que pasan unas junto a otras, buscamos el más mínimo roce para conectar con otros. Algunos miran dónde no deberían; otros se rinden porque en el fondo creen "¡Bah! Ahí no hay nadie para mi." Pero todos seguimos intentándolo una y otra vez. ¿Por qué? Porque de vez en cuando, sólo de vez en cuando, dos personas se juntan y salta la chispa. Y sí, Huesos, él es guapo, ella es preciosa, y tal vez eso es lo único que ven al principio. Pero hacer el amor, al hacer el amor... entonces dos personas se funden en una."

-Brennan: "Es científicamente imposible que dos personas ocupen el mismo espacio."

-Booth: "Si, pero lo importante es intentarlo. Y cuando lo hacemos bien... nos acercamos."

-Brennan: "¿A qué? ¿A romper las leyes de la física?"

-Booth: "Sí, Huesos, un milagro."



A ser continuado.

1 comentario:

  1. No creo que estás personas cambien de idea realmente respecto al sexo. Creo que siemplemente es una cuestión de estética, del discurso para el afuera, del hacerse el pija ( o hacerse la concha, en el caso femenino. Pero como discurso, sus palabras no llegan a cobrar peso realmente, con la misma liviandad que las dicen, se van flotando en el aire.

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